Foto: Imagen ilustrativa
Las muertes por violencia política en Colombia aumentaron un 80 % en octubre pasado, según un informe del Centro de Recursos para el Análisis de Conflictos (CERAC) que documentó 18 asesinatos vinculados a este tipo de agresiones.
“Persiste el alto riesgo de seguridad para las personas que ejercen actividades de poder, representación o ampliación y construcción de poder al interior de las comunidades”, advirtió el CERAC al comparar la cifra con los 10 homicidios registrados el mes anterior.
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El documento detalló que el mes pasado, además de los asesinatos, cinco personas resultaron heridas, 29 fueron amenazadas y una fue secuestrada.
Las víctimas de las agresiones principalmente fueron dirigentes de Juntas de Acción Comunal y activistas políticos regionales, atacados en los departamentos de Antioquia, Cauca, Cundinamarca, Chocó, Huila, Nariño y Norte de Santander.
El promedio mensual de muertes durante enero y octubre fue de 16 asesinatos, un aumento del 45 % respecto al mismo periodo de 2019, explicó el CERAC.
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El informe documentó la muertes de:
- Juana Perea Plata, una activista colombo-española asesinada en la localidad de Nuquí, en el departamento del Chocó
- Eduardo Alarcón, dirigente campesino y exconcejal de Campoalegre, en el departamento del Huila
- Gustavo Herrera, gerente en el Cauca de la campaña presidencial del líder del movimiento político Colombia Humana, Gustavo Petro
- Campo Elías Galindo, docente e integrante de Colombia Humana en Medellín, capital del departamento de Antioquia
- Fredy Güetio Zambrano, exgobernador indígena del resguardo Cerro Tijeras, y su esposa en el Cauca
- Franco Ojeda Delgado, exconcejal de Pasto, en el departamento de Nariño
- Oswaldo Rojas, dirigente comunitario en zona rural de Carmen del Darien, en el Chocó
- José Memo Florido, concejal del municipio de Yacopí, en Cundinamarca. EFE