Foto: Archivo referencial
Varios integrantes de la guardia carcelaria de la cárcel de Oklahoma, Estados Unidos, fueron acusados esta semana por los cargos de crueldad y tortura en contra de algunos de sus reos, después de obligarlos a escuchar repetidamente la tonada infantil “Baby Shark”.
Según las investigaciones, durante los meses de noviembre y diciembre de 2019, los guardias Christian Miles y Gregory Butler, forzaron a los prisioneros a escuchar la canción durante varias horas, mientras que estos permanecían esposados en sus celdas, obligados a oír una y otra vez esta tonada infantil.
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David Prater, el fiscal de Distrito del condado de Oklahoma precisó que “la canción se puso en un loop para ser reproducida repetidamente y con un volumen alto”, reconociendo de paso que esta pudo haber generado niveles de estrés emocional en los prisioneros que “seguramente ya estaban sufriendo por las condiciones físicas dadas” en este centro carcelario, según como lo relataron desde The New York Times.
El investigador detalló que reproducir la canción era un chiste interno entre los guardias para disciplinar a los reos y enseñarles una lección, además de lograr determinar que el exsupervisor de la prisión, Christopher Hendershott, estaba al tanto de la técnica de tortura en la prisión y al parecer nunca actuó en defensa de los prisioneros.
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Ahora bien, recordemos que esta no es la primera vez que la melodía es utilizada como método de tortura, pues en 2019 las autoridades de West Palm Beach, Florida, hacían sonar con alto volumen la canción una y otra vez durante las noches en una costanera, con el objetivo de disuadir a personas indigentes que dormían en esta zona.
Para salir de las dudas generadas, escuche la canción con la que torturaron a estos reos y opine: