Foto: Archivo
Esta semana se presentó un hecho inédito durante el proceso de estabilización y cumplimiento del Acuerdo de Paz entre el Gobierno Nacional y la extinta guerrilla de las FARC, pues el presidente Iván Duque recibió en la Casa de Nariño a representantes de los excombatientes para atender sus demandas sobre temas como seguridad y consolidación de los acuerdos.
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Posterior a este evento, diferentes voces señalaron este hecho como un “avance” en el cumplimiento del acuerdo de paz, sin embargo, personajes como el reincorporado Pastor Alape fue mucho más contundente con esta reunión, reconociendo que sí es un importante paso pero que con simplemente este hecho no se resolverían los problemas y las demandas que los llevaron hasta la vivienda del Jefe de Estado.
En diálogo con Blu Radio, el excombatiente recordó que han sido al menos 237 exmiembros de las FARC los que han perdido la vida a causa de la violencia que se ha emprendido en contra de quienes dejaron las armas atrás y firmaron por la paz en Colombia.
“El solo encuentro se considera un avance, sobre todo en el tema que hemos insistido tanto que es la estigmatización. Sin embargo, hay preocupación porque el hecho de hacer una reunión no resuelve todo“, recalcó el delegado del partido Farc ante el Consejo Nacional de Reincorporación.
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Para ratificar su afirmación, Alape informó que justo en el momento en el que salían de la reunión con el presidente Duque, les notificaron desde el Cauca que un reincorporado más había sido asesinado, por lo que enfatizó en el hecho de que existe “un plan genocida” en contra de los firmantes de la paz.
