La Catedral de Sal de Zipaquirá, primera maravilla de Colombia, será la sede para la celebración de la fiesta más grande de Nuestra Señora del Rosario de Guasá en Colombia.
Miles de mineros, zipaquireños, habitantes de la Sabana Norte y turistas de Colombia y el mundo se reunirán entre el miércoles 16 y el domingo 20 de octubre en la Catedral de Sal de Zipaquirá para conmemorar a la virgen protectora de los mineros de la sal, Nuestra Señora del Rosario de Guasá.
Esta conmemoración que cuenta con una tradición de 89 años en Colombia, también se celebra en países como Chile y tiene lugar en su ciudad minera Andacollo desde hace más de 125 años. España también rinde homenaje a la Virgen de los Mineros por medio de actividades religiosas, juegos artificiales y el tradicional desfile de mineros liderado por ciudadanos vestidos con overol azul, casco amarillo y linternas.
Colombia por su parte realiza esta celebración en la joya arquitectónica más importante en la historia del arte y la arquitectura moderna: La Catedral de Sal de Zipaquirá, ubicada en la Ciudad de la Sal a tan solo 42 kilómetros de la capital del país, donde además de los oficios religiosos, año tras año turistas disfrutan de actividades culturales de alto impacto. En esta oportunidad, el grupo teatral Jedliniok, vendrá directamente desde Polonia para ofrecer una presentación única en su género, informa Efe.
La Catedral de Sal de Zipaquirá está protegida por Nuestra Señora del Rosario de Guasá. Así lo asegura Guillermo Rodríguez, minero de Zipaquirá “Debido a la rudeza del trabajo, siempre que entro a la mina lo hago invocando la protección de la virgen durante mis labores. Ha sido una tradición venerarla toda la vida”.
La construcción de esta la Catedral de Sal que reposa como santuario dentro de la mina de sal, inició en 1990 y fue liderada por el arquitecto colombiano Roswell Garavito Pearl, quien junto al ingeniero Jorge Enrique Castelblanco Reyes, lideró el diseño y la construcción de la única catedral del mundo construida a 180 metros bajo tierra y en cuyo interior reposa una rica colección artística, compuesta de esculturas de sal y mármol.
