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Medio millón de pacientes de COVID-19 en países en desarrollo necesitan diariamente más de un millón de botellas de oxígeno para sobrevivir, una demanda que encuentra aún muchos obstáculos, advirtió hoy la iniciativa internacional UNITAID, que anunció un programa para paliar el problema.
En muchos países especialmente en África y Asia, aunque también en Latinoamérica, “los hospitales se quedan sin oxígeno, lo que se traduce en muertes que podrían evitarse, y también supone presión para el tratamiento de enfermedades como la neumonía o la malaria”, señaló el portavoz de Unitaid, Herve Verhoosel, en rueda de prensa.
La organización ha elaborado un programa de distribución de este oxígeno para el que necesitará 1.600 millones de dólares a lo largo de este año, entre ellos 90 millones para atender a los países que necesitan ayuda de forma más inmediata, como Afganistán, Nigeria o la República Democrática del Congo.
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Aunque los países de Latinoamérica no están aún en la lista de 20 naciones que requieren atención inmediata en el programa, el portavoz señaló que en la región también hay problemas de abastecimiento que deben ser atendidos.
“Un ejemplo es Perú, donde medios de comunicación y organizaciones han informado de que el oxígeno se vende en el mercado negro a un precio hasta tres veces superior al normal”, señaló Verhoosel.
El representante de Unitaid subrayó que uno de los problemas que enfrenta la distribución de bombonas de oxígeno es la falta de un mercado internacional consolidado, por lo que la organización está trabajando con el sector privado para intentar facilitar la logística necesaria. EFE