Foto: Archivo Referencial
Este incidente se presentó en el municipio de Santo Tomás, Atlántico, donde a horas posteriores del entierro del cuerpo de Félix Antonio Castillo Granados en un cementerio de la zona, los familiares del difunto denunciaron que la tumba de su pariente habría sido profanada por sujetos que habían asistido al entierro y se sintieron atraídos por la cadena de oro que este sujeto portaba en su cuello.
“Conocimos de la alerta por el estado de profanación en la que se encontraba esta tumba y los familiares relataron que lo más probable era que los delincuentes iban por la cadena de oro que el fallecido lucía en la velación”, sostuvo el comandante Operativo de la Policía del Atlántico, el coronel Alfonso Reyes.
Tan pronto como los familiares se enteraron que el ataúd de Castillo Granados había sido violentado y su cuerpo abusado por parte de estos delincuentes, pues buscaron sin obtener resultado la cadena de oro con la que supuestamente había sido sepultado, informaron a las autoridades y pidieron mayor atención y vigilancia sobre este cementerio para que se pudiera proteger a sus fallecidos.
Uno de los parientes del difunto decidió quedarse con el accesorio de oro antes de que su familiar fuera enterrado en su santo sepulcro, lo que permitió que los vándalos quedaran en descubierto y no fuera de su poder la cadena. Las autoridades competentes se encuentran investigando a los responsables de este bochornoso incidente.
