Los más de 30 tornados que golpearon la noche del pasado viernes en seis estados de los Estados Unidos, dejando decenas de muertos, son una excepción que expertos atribuyen al cambio climático.
Según datos de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA), la media de tornados que tocaron tierra en Kentucky en un mes de diciembre entre 1991 y 2010 fue de cero.
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Y en Tennessee es la misma cifra, mientras que en Illinois es de uno y en Arkansas es de dos y en todo el país solo ronda la docena.
Estos cuatro estados son los que concentran, hasta el momento, la lista de víctimas mortales por los tornados del viernes, con cuatro muertos confirmados en Tennessee, seis en Illinois, uno en Arkansas y los más de 70 que se tema que pueda haber en Kentucky.
Y lo que hace a la noche del viernes tan única fue, además del número y la latitud, la fuerza con la que los tornados tocaron tierra en Missouri y Mississippi.
Tanto es así que se calcula que el tornado que afectó a cuatro estados el viernes y asoló la localidad de Mayfield (Kentucky), donde se teme que haya 70 personas bajo los escombros de una fábrica de velas, se desplazó durante cientos de kilómetros.
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El gobernador de Kentucky, Andy Beshear, aseguró que el tornado tocó tierra y se mantuvo así durante 227 millas (365 kilómetros), lo que lo convertiría en el que mayor distancia recorrió desde que hay registros en EE.UU.
Y si se confirman los temores de Beshear, de que la cifra final superará los 100 muertos, el del viernes sería además uno de los más mortíferos del país y de lejos el que más víctimas mortales causó en Kentucky. EFE