Foto: EFE
Un juez federal desestimó este sábado la demanda más importante que la campaña del mandatario saliente, Donald Trump, había presentado en Pensilvania, y le dejó prácticamente sin opciones para revertir el resultado de las elecciones en ese estado del que dependen las llaves de la Casa Blanca.
La decisión del juez Matthew Brann implica que los condados de Pensilvania tienen vía libre para certificar el resultado de las elecciones del 3 de noviembre, para lo que este lunes se cumple el plazo límite, y confirmar así como ganador del territorio al presidente electo, Joe Biden.
La demanda pretendía invalidar millones de votos emitidos por correo con el argumento de que la posibilidad de los votantes de corregir errores en sus papeletas en ciertos condados perjudicaba al partido de Trump, el Republicano.
El magistrado resolvió que la campaña de Trump había recurrido a “argumentos legales defectuosos y sin mérito, y a acusaciones especulativas” en su intento de desechar millones de votos.
“En los Estados Unidos de América esto no puede justificar la supresión del derecho al voto de un solo votante, y mucho menos de todos los votantes de su sexto estado más poblado”, escribió Brann.
La decisión supone un profundo revés para la estrategia legal de la campaña de Trump, que ya ha perdido otros casos en Pensilvania, además de en Michigan, Georgia, Nevada y Arizona en su denuncia sin pruebas de que se ha perpetrado un fraude electoral. EFE