Un club de voleibol de la ciudad italiana de Pordenone ha demandado por daños y perjuicios a una exjugadora, Lara Lugli, por quedarse embarazada y se niega a pagarle el sueldo de un mes, un caso que ha suscitado un debate en el país.
Lugli comunicó en marzo de 2019 su embarazo al Pordenone, cuando competía en la Serie B1, y este rescindió su contrato, explicó ella misma en redes sociales.
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La deportista, actualmente de 41 años, reclamó al club que le pagara su salario del mes de febrero de ese año, en el que había jugado y que todavía no había cobrado.
Tras esa petición y después de sufrir un aborto en abril de 2019, el club, en vez de pagarle, la demandó porque “en el momento de firmar el contrato ya tenía 38 años” y, a su parecer, debía informar de su “posible deseo de quedar embarazada”, denuncia.
Su contrato expiraba en caso de “embarazo comprobado” y por esa razón el club reclama la indemnización, según sostiene la Asociación Nacional de las Atletas (ASSIST), dedicada a defender los derechos de las deportistas de diferentes disciplinas.
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Por ello la el club la acusa de esconder su intención de tener hijos en el momento de la firma del contrato y por tanto de “haber violado la buena fe contractual”.
Su caso ha generado polémica en el país y la ASSIST pedirá la intervención del primer ministro, Mario Draghi, y del presidente del Comité Olímpico Nacional (CONI), Giovanni Malagó, en la “vergonzosa situación” en que se encuentran las deportistas italianas.