Una turista quiso hacerse la chistosa al lado de un animal en peligro de extinción pero recibió una lección.
La mujer fue grabada cuando molestaba a un león marino y sus crías bailando y agitando los brazos durante unos 20 segundos a pocos metros de los animales.
En ese momento el león marino reaccionó y se abalanzó sobre la mujer sin lograr alcanzarla, pero eso fue suficiente para que la turista aprendiera que la vida silvestre se respeta.