El presidente de EE.UU., Donald Trump, visitó los dos estados más afectados por el paso del huracán Florence y prometió invertir “mucho dinero” y recursos en la reconstrucción de la región, aunque también generó polémica al interesarse por una zona donde posee un club de golf.
Trump se desplazó a Carolina del Norte y Carolina del Sur, arrasados durante la última semana por una tormenta que ha dejado al menos 36 muertos en la costa este, además de forzar la evacuación de miles de personas y provocar daños económicos por valor de hasta 60.000 millones de dólares, según cálculos preliminares.
“Algunas de las inundaciones son grandiosas, es difícil creerlo. Por desgracia, el dinero (para reconstruir el estado) será mucho. Pero llegará tan rápido como lo necesiten”, prometió Trump durante una parada en una estación de la Armada en Cherry Point (Carolina del Norte).
Durante una parada en la localidad costera de New Bern (Carolina del Norte), donde las fuertes inundaciones dañaron más de 4.300 viviendas, Trump se sorprendió al ver un yate estrellado contra el porche trasero de una casa.
“(Los habitantes de la casa) no saben de quién es el barco. ¿Cuál es la ley (al respecto)? Quizá se lo puedan quedar”, dijo Trump ante los periodistas.
Trump también envió una advertencia para Carolina del Sur, cuyas autoridades aún temen graves estragos debido a las inundaciones ocasionadas por Florence.
“Acabo de visitar Carolina del Norte, a ellos les ha golpeado muy duro (el huracán), y toda esa agua está viniendo hacia aquí. Mucha gente no lo sabe, mira por la ventana y ve un tiempo precioso, pero durante los dos próximos días las cosas van a ponerse realmente duras en Carolina del Sur”, agregó.
De los 36 muertos confirmados por las autoridades locales, 27 de ellos ocurrieron en Carolina del Norte, otros ocho en Carolina del Sur y uno en Virginia.Efe