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El presidente de EE.UU., Donald Trump, se encomendó este viernes a la vía legal como única opción posible para seguir en el poder, mientras su entorno empezaba a asumir la derrota y se preguntaba si el mandatario la aceptaría en algún momento.
Horas después de que el candidato demócrata, Joe Biden, le arrebatara la ventaja en Pensilvania y Georgia, dos estados que necesita imperiosamente para lograr la reelección, Trump se resignó a pelear por la Presidencia en los tribunales, sin ninguna garantía de éxito.
“Seguiremos en este proceso a través de todos los aspectos de la ley (…). Nunca dejaré de luchar por ustedes y por nuestro país”, dijo Trump en un comunicado distribuido por su campaña.
En un tuit posterior, el mandatario confió en que las demandas que su equipo ha interpuesto en varios estados clave, y que por ahora no han tenido un impacto significativo, le permitan recuperar el margen que ha ido perdiendo en esos territorios a medida que se contaban votos emitidos por correo.
“¡Quizá estas ventajas vuelvan a medida que avanzan nuestros procedimientos legales!”, añadió.
A su alrededor, el número de asesores que creían en esa posibilidad iba menguando con cada hora que pasaba, y varios de sus aliados reconocían en privado que apenas veían un posible camino a la reelección, informaron los diarios The Wall Street Journal y Politico.
En la sede de su campaña de reelección, a las afueras de la capital estadounidense, el estado de ánimo era sombrío y algunos expresaban frustración por lo que consideraban una estrategia legal poco preparada y sin apenas perspectivas de éxito.
“A no ser que haya un caso importante de fraude electoral o algo drástico, esto se ha acabado, y se acabó hace un día. La mayoría de la gente lo sabe”, dijo un alto cargo de la campaña de Trump, que pidió el anonimato, a Político.
Sin embargo, varios de los asesores más cercanos a Trump -entre ellos su jefe de gabinete Mark Meadows y su abogado Rudy Giuliani- seguían alimentando la idea de que al mandatario le estaban robando las elecciones, algo sobre lo que no hay ninguna prueba.
Arropado por esos aliados, Trump no tenía ninguna intención de conceder la derrota incluso si su camino a la reelección se bloquea del todo, como es probable, indicaron las cadenas CNN y CBS News.
El discurso de concesión es una tradición en Estados Unidos, pero no es obligatorio por ley en el país, por lo que no sería necesario para certificar una potencial victoria de Biden.
De hecho, un portavoz de la campaña de Biden, Andrew Clark, reaccionó con sorna a las informaciones sobre ese tema: “El Gobierno de Estados Unidos es perfectamente capaz de escoltar a cualquier intruso fuera de la Casa Blanca”, aseguró a la cadena Fox News.
El factor que más preocupa a los expertos no es tanto la posibilidad de que Trump se niegue a reconocer la derrota, sino la posibilidad de que los desafíos legales presentados por su campaña prolonguen la incertidumbre sobre el resultado. EFE