La vicepresidenta de Nicaragua, Rosario Murillo, afirmó que su Gobierno trata de desterrar el odio y la maldad, en el marco de una crisis sociopolítica que, según diversos organismos humanitarios, ha dejado entre 322 y 512 muertos desde el pasado abril.
“Cuando uno lee la Biblia sabe reconocer cómo Dios nos manda a hacer el bien, a vivir con buen corazón y con buena fe, y a desterrar el mal, el odio, la iniquidad”, señaló Murillo, también primera dama del país, en un mensaje a través de medios oficiales.
“Y es lo que tratamos de hacer: desterrar la infamia, desterrar el odio, desterrar la iniquidad, la maldad, la perversidad, la perturbación, y sembrar y cultivar paz y bien común todos los días”, continuó.
Aseguró que su Gobierno quiere paz en Nicaragua, trabajar, vivir y convivir en paz y seguridad, aunque, a su juicio, aún persisten “instintos” que promueven odio, disturbios e intranquilidad, en alusión a los detractores del Ejecutivo.
La oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Acnudh) ha responsabilizado al Gobierno de “más de 300 muertos”, así como por ejecuciones extrajudiciales, torturas, obstrucción a la atención médica, detenciones arbitrarias, secuestros y violencia sexual.
Las manifestaciones contra Ortega y Murillo comenzaron en abril pasado por unas fallidas reformas de la seguridad social y se convirtieron en una exigencia de renuncia del mandatario, después de 11 años en el poder.EFE