Trabajos en Hidroituango avanzan con ‘señales positivas’

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Los trabajos en la central hidroeléctrica en construcción de Ituango, en el noroeste de Colombia, avanzan con “señales positivas” debido a que los niveles del río Cauca han disminuido y las condiciones en la casa de máquinas permanecen “estables”.

Así lo aseguró el gerente de la Empresas Públicas de Medellín (EPM), dueña de la obra, Jorge Londoño de la Cuesta, quien se mostró optimista sobre la solución a la crisis que forzó la evacuación de cerca de 6.000 personas de cinco municipios ante la posibilidad de que la represa se rompa.

“La situación sigue mostrando señales positivas en varios sentidos. El río nos está tratando bien y se ha reducido en su caudal de ingreso en cerca de un 20 %, algo bastante positivo”, afirmó Londoño.

Precisó que, en esa carrera contrarreloj, tener unos caudales de ingreso que oscila entre 1.500 y 1.600 metros cúbicos por segundos les ha permitido maniobrar mejor y enfocar los esfuerzos en subir seis metros más la altura de la presa.

“Afortunadamente las circunstancias que ha mostrado el proyecto nos permite trabajar con un poco más de tranquilidad”, agregó.

En cuanto a la situación que amenazó la estabilidad de la base de la presa y elevó la alerta, dijo que el caudal que está saliendo aguas abajo a través de la casa de máquinas, inundada hace nueve días por el taponamiento de uno de los túneles del proyecto eléctrico, permanece “constante y se ha normalizado”.

Debido a esto, actualmente el 75 % del agua sale por dos túneles de descarga, mientras que el restante 25 % fluye por la galería vehicular.

“El sistema se estabilizó en esa condición y eso ha permitido que el embalse se reduzca lentamente”, reveló Londoño, y agregó que esas condiciones favorables han permitido mejorar la logística para trabajar con la misma capacidad operativa de antes.

Además, aseguró que si todo sigue como ha transcurrido en las últimas 24 horas, posiblemente estén “muy cerca” de llegar el lunes a la cota 410 metros en el muro de presa, lo que bajaría el nivel de la emergencia que aún amenaza a los municipios de Valdivia, Tarazá, Cáceres, Caucasia y Nechí.

“La seguridad que le vamos a poder ofrecer a las comunidades aguas abajo va a ser superior”, acotó.

En el tema de la atención a los pobladores evacuados, el directivo señaló que trabajan en cinco albergues en Valdivia, donde permanecen unas 3.000 personas.

La emergencia comenzó en la madrugada del pasado 7 de mayo cuando se produjo un derrumbe en la zona en que se construye la central eléctrica, lo que ocasionó “un taponamiento total en el túnel” que desvía el río durante las obras, informa Efe.

Eso causó “una reducción” de su caudal aguas abajo y “un embalsamiento de la presa” aguas arriba, por lo que los ingenieros decidieron inundar el cuarto de máquinas de la central para permitir que el río siguiera su curso, lo que sumado a las fuertes lluvias aumentó el caudal del Cauca.