El saltador de trampolín británico Tom Daley, reconocido activista de los derechos del colectivo LGTBI, volvió a reivindicar la causa gay el pasado lunes tras colgarse el oro olímpico en el salto de 10 metros sincronizado, junto con Matty Lee.
El joven prodigio del salto, que participó con 14 años en los Juegos de Pekín de 2008 y ésta es su cuarta cita tras las de Londres 2012 y Río de Janeiro 2016, declaró: “Estoy increíblemente orgulloso de decir que soy un hombre gay y que también soy un campeón olímpico. Me siento empoderado porque cuando era más joven pensaba que nunca podría conseguir nada por ser quien yo era”.
Daley ya reconoció abiertamente su homosexualidad el 2 de diciembre de 2013 en un vídeo en el que desveló que mantenía una relación con un hombre para “poner fin a rumores y especulaciones” sobre su vida privada.
Dos años después normalizó su situación publicando en “The Times” su compromiso con el director y productor de cine estadounidense Dustin Lance Black, con el que luego contrajo matrimonio y con el que tiene un hijo.
Este caso de visibilidad de la homosexualidad en el mundo del deporte de élite tuvo un reciente ejemplo hace poco más de un mes, cuando el jugador de fútbol americano Carl Nassib, el ala defensiva de Las Vegas Raiders, reconoció su condición de gay en su perfil de Instagram, convirtiéndose en el primer caso de un jugador en activo de la NFL en hacerlo.
Del deporte de la piscina, también “salió del armario” en julio de 2014 el nadador australiano Ian Thorpe, cinco veces oro olímpico y 11 en mundiales, después de negarlo durante años y de reconocer en 2012 que había estado al borde del suicidio por las depresiones que había sufrido durante años.
Aunque la causa de LGTBI tuvo como pionero en el mundo del deporte a Dave Kopay en 1975, tras retirarse como profesional en el fútbol americano de la NFL.
Sin embargo, este colectivo conmemora su Día Contra la Homofobia en el Deporte el 19 de febrero, que coincide con la fecha de nacimiento del futbolista inglés Justin Fashanu. Fue el primer futbolista en dar a conocer su homosexualidad en octubre de 1990 desde Canadá, donde jugaba entonces. Fashanu acabó suicidándose el 2 de mayo de 1998, a los 37 años, por las presiones de su entorno.
Desde entonces, esa lista la han ido engrosando otros deportistas. En febrero de 2008, el exfutbolista y entrenador francés Olivier Rouyer lo visibilizó públicamente. Y a él le continuaron nombres como Gareth Thomas, jugador de rugby y excapitán de la selección galés, quien en 2009 reveló públicamente su orientación sexual que llevaba ocultando desde los 16 años por miedo al rechazo.
También el estadounidense Robbie Rogers, futbolista del Leeds United inglés, lo anunció poco después de retirarse, o el internacional alemán Thomas Hitzlsperger, que defendió los colores del Stuttgart o Wolfsburgo, entre otros equipos.
En la NBA, el baloncestista Jason Collins, que había jugado en los Wizards de Washington, publicó una carta en la revista “Sports Illustrated” que comenzaba: “Soy un pívot de la NBA de 34 años. Soy negro. Y soy gay”. Aquello fue en abril de 2013. Efe