El último comandante de las extintas FARC, Rodrigo Londoño, también conocido como “Timochenko”, declaró este lunes que el atentado en el club El Nogal de Bogotá, considerado uno de los mayores ataques urbanos protagonizado por la guerrilla, “nunca debió haber ocurrido”.
Cuando se celebran 19 años del atentado que mató en este exclusivo club del norte de la ciudad a 36 personas e hirió a más de 200, Londoño participó en un acto junto a Bertha Lucía Fríes, empresaria y víctima del ataque, con quien abogó por una reconciliación de cara al país.
Londoño indicó que “no había justificación para esa bomba”, que según las extintas FARC tenía como motivación las presuntas reuniones que tenían lugar en ese club social de la capital colombiana entre paramilitares y políticos.
El exguerrillero aseguró desconocer “las razones que llevaron a compañeros de las FARC-EP a poner la bomba en el Nogal. Se decía que allí se reunía la exministra Marta Lucía Ramírez -ahora vicepresidenta y canciller- con paramilitares. No me consta, pero así fuera cierto, no era razón para cometer este crimen”, alegó.
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“Jamás nos motivó afectar a la población civil y este tipo de hechos me avergüenza, porque son actos contrarios a nuestra ética revolucionaria”, continuó, para insistir en que la cartilla militar de las FARC indicaba que “toda acción que se desarrollara tenía que tener motivos políticos”.
El atentado contra El Nogal, que tildó como “acción desacertada”, “no tuvo ningún rédito político”, y el resultado mismo de lo que allí pasó “llevó a que nunca se reconociera”: a pesar de la acusación del gobierno del entonces presidente, Juan Manuel Santos, las FARC negaron su responsabilidad.
En este sentido, “se demostró que era una acción que fue en contra mismo de los principios que regían el accionar de las FARC”, prosiguió el excomandante.
Londoño también defendió que, en el contexto de incremento de la violencia en el país, sobre todo en Arauca, “el camino es el diálogo y lo demuestran ya casi cuatro años de este Gobierno que rompió las conversaciones y ha logrado que aumente la violencia”.
También coincidió en la necesidad de diálogo con las disidencias, que lamentó que tras cuatro años “seguimos dándonos bala con el ELN”. “Si realmente estamos en la construcción de un país nuevo, tenemos que sentarnos con aquellos que están en la ilegalidad”, aseguró.
EFE