La Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) destacaron que la modalidad de teletrabajar cambió patrones tradiciones de empleo y, en muchos casos, se instaló para quedarse o para formar parte de un modelo “híbrido” que ofrece numerosas ventajas, pero también peligros para la salud, por lo que es urgente regularlo con el fin de proteger a los trabajadores.
En un informe técnico las agencias de la ONU señala que el teletrabajo bien organizado mejora del equilibrio entre la vida laboral y la personal, ofrece la posibilidad de un horario flexible y de realizar actividad física, y ahorra el tiempo dedicado a transportarse.
Además, estudios recientes reportan una menor incidencia de la hipertensión arterial y estrés, menor tendencia a la depresión y mayor bienestar emocional debido a la convivencia familiar de calidad, así como el consumo de dietas más saludables porque se preparan los alimentos en casa.
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Por otra parte, el trabajo remoto disminuye la contaminación atmosférica y los tiempos de desplazamiento, lo que también contribuye a mejorar la salud física y mental y el bienestar social.
Asimismo, el teletrabajo puede conseguir un aumento de la productividad y una reducción de los costos operativos para muchas empresas.
Sin embargo, el trabajo a distancia sin planificación, asistencia y seguridad sanitaria también conlleva riesgos entre los que resaltan las dolencias físicas, como los musculoesqueléticos y la fatiga visual, derivadas del trabajo prolongado en la computadora, que también ocurren trabajando en una oficina si no se cuenta con una estación de trabajo ergonómica.
Finalmente, el informe agrega que los servicios de salud laboral deben estar capacitados para prestar asistencia en salud ergonómica, mental y psicosocial a quienes trabajan a distancia, mediante tecnologías digitales de telesalud.
Con información de OnuHealth