El jesuita chileno Alejandro Longueira Montes ha sido suspendido del ejercicio sacerdotal tras una denuncia por abuso sexual contra un menor, alumno del colegio del que el religioso era rector, informaron las autoridades de la Compañía de Jesús en el país austral.
En un comunicado, la congregación indicó que la denuncia fue presentada a través del Servicio de Escucha, de la Conferencia Episcopal de Chile (CECh) y que, según el testimonio de la madre del menor, los hechos ocurrieron en el céntrico Colegio San Ignacio, de la capital chilena, cuando Longueira Montes era su rector.
El citado colegio, situado en la calle Alonso Ovalle de Santiago, a corta distancia del Palacio de La Moneda, sede del Gobierno chileno, es un establecimiento tradicional en el que impartió clases, hasta mediados del siglo pasado, san Alberto Hurtado Cruchaga, paladín de la lucha contra la pobreza en Chile.
La orden jesuita indicó que “el Provincial de la Compañía de Jesús, Cristian del Campo SJ, ha activado los protocolos de la Compañía de Jesús, decretando la apertura de una investigación previa canónica, cuyas conclusiones serán remitidas al Superior General” de la congregación.
Mientras se realiza la investigación canónica, el Provincial dispuso la suspensión del ejercicio público del ministerio sacerdotal de Alejandro Longueira Montes, precisó el texto.
El cura acusado es hermano del exparlamentario y exministro de Economía en el primer Gobierno de Sebastián Piñera (2010-2014), Pablo Longueira Montes, que en 2013 compitió por ser candidato presidencial de la coalición de la derecha chilena.
Fundador y figura emblemática del partido Unión Demócrata Independiente (UDI), Pablo Longueira se encuentra actualmente alejado de la política tras verse involucrado en un caso de financiación ilegal de campañas electorales por parte de empresas privadas.
En paralelo a las medidas adoptadas por los jesuitas, el colegio San Ignacio informó de la denuncia la Fiscalía.
La congregación indicó también que el sacerdote denunciado “ha manifestado su inocencia, su disposición a colaborar y su deseo de ejercer su derecho a la defensa, tanto ante la Justicia canónica como ante la Justicia ordinaria, para así esclarecer lo antes posible los hechos”.
Los jesuitas chilenos reafirmaron por último “su más absoluto compromiso con un pronto esclarecimiento de la verdad, colaborando con las investigaciones que se realicen e informando oportunamente de sus conclusiones”.Efe
