Amenazados por las hidroeléctricas, la contaminación y la pesca, los delfines rosados de la Amazonía son rastreados ahora vía satélite, una iniciativa pionera en la región para aumentar el conocimiento sobre una especie de la que todavía se tienen pocos datos.
Considerados como “Embajadores del río Amazonas”, los “botos”, como se denominan en Brasil este tipo de cetáceos de agua dulce, se incluyen en la categoría de animales con “datos insuficientes” por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN).
Ahora, un grupo de organizaciones gubernamentales y de la sociedad civil, lideradas por el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), han comenzado a seguir vía satélite las poblaciones de delfines de los ríos amazónicos de Brasil, Colombia y Bolivia, lo que puede ayudar a suplir la laguna de desconocimiento todavía existente sobre estos animales.
Once delfines son observados a diario por un grupo de investigadores con el objetivo de registrar el trayecto realizado por los cetáceos, recoger informaciones sobre el perfil genético y verificar, entre otros aspectos, su contaminación por mercurio.
El seguimiento de sus actividades es posible gracias a la instalación de unos pequeños aparatos sobre los delfines que envían información de la localización de los animales varias veces por día en tiempo real.
“Se trata de un sistema pionero en el Amazonas. Había sido hecho antes con radio, pero es la primera vez que se realiza con satélite y así conseguimos acompañar a los animales en tiempo real”, explicó a Efe Marcelo Oliveira, especialista en conservación del Programa Amazonía, de WWF Brasil, reporta Efe.
Cinco delfines son rastreados en las cuencas del río Tapajós, en Brasil; uno en la región entre Colombia y Perú, y otros cinco en las inmediaciones del río Madeira, entre Bolivia y Brasil.
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