Los Juegos Olímpicos de Invierno de Pyeongchang también incluyeron a unos deportistas robots. En el marco de las competencias olímpicas, un grupo de robots vestidos como deportistas participan en el torneo de esquí alpino humanoide, que cautivan a nivel mundial.
Equipados con sensores, baterías y algoritmos, se logran mover por sí mismos y desplazarse por una pendiente de 70 metros de largo y 20 metros de ancho e sobre la cual esquivan los obstáculos.