Los rescatistas encontraron vivo a un bebé de 11 meses bajo los escombros del edificio residencial, que este lunes se derrumbó parcialmente por una explosión de gas en la ciudad rusa de Magnitogorsk (provincia de Cheliábinsk).
El estado de salud del menor (que sufrió un traumatismo craneoencefálico cerrado y congelación severa) se evalúa como muy grave y los especialistas lo evacuan a Moscú.
El organismo indicó que el pequeño sobrevivió porque se encontraba en una cuna y estaba bien tapado con una manta. “El bebé estaba apretado contra el colchón, la manta (que lo protegía del frío de la losa de la casa) se arrugó”, indicó Piotr Gritsenko, responsable de los trabajos de emergencia en la zona. “La cabeza estaba apretada por la puerta de un armario y la posición del cuerpo fue cercana a la ideal para mantenerse (con vida) tanto tiempo en el frío”, afirmó.
Al menos ocho personas murieron y otras 37 se encuentran desaparecidas tras el derrumbe parcial del edificio, según los últimos datos ofrecidos este martes por las autoridades locales.
“Sigue sin conocerse la suerte de 37 personas. Desde el comienzo de operación de rescate desde debajo de los escombros han sido sacadas 12 personas, de ellas siete murieron y cinco fueron salvadas” dijo un portavoz del departamento de Emergencia regional, citado por la agencia Interfax (EFE).
Los trabajos de rescate tuvieron que ser suspendidos debido a la amenaza de un nuevo derrumbe.Efe