El Reino Unido ampliará el número de efectivos militares dedicados a combatir “las crecientes amenazas desde el espacio”, anunció hoy el ministro conservador de Defensa, Gavin Williamson.
En la presentación de la nueva Estrategia de Defensa Espacial, Williamson explicó que se aumentará hasta en unas 600 personas en cinco años el número de empleados destinados a este sector, que estarán supervisados por la Real Fuerza Aérea (RAF).
El departamento de seguridad espacial se ocupará de detectar las posibles amenazas, como “el colapso de satélites civiles usados por emisoras o de satélites de navegación que apoyan a los efectivos militares”, dijo.
Además, analizará la aportación que el Reino Unido hace al proyecto Galileo de la Unión Europea (UE) -que pondrá en marcha satélites civiles y militares-, y estudiará “los posibles beneficios para las empresas británicas” de que este país desarrolle su propia red de satélites, apuntó el ministro.
“Es esencial proteger nuestros intereses y nuestros activos de adversarios potenciales que quieren provocar el máximo caos y causarnos daño”, declaró.
“La tecnología de satélite no es solo una herramienta crucial para nuestras fuerzas armadas, es también vital para nuestro estilo de vida, sea el acceso al teléfono móvil, internet o la televisión”, añadió.
La semana pasada, el secretario de Estado de Ciencia del Reino Unido, Sam Gyimah, reveló que el Gobierno de Londres estudia la posibilidad de desarrollar su propia red de satélites de localización si su salida de la UE le deja fuera de áreas clave del proyecto comunitario Galileo.
Galileo, conocido como “el GPS europeo”, contará con un servicio civil que se utilizará en navegación y telecomunicaciones, entre otros ámbitos, y uno militar, bautizado como Servicio Público Regulado (PRS, en inglés), que estará encriptado y tendrá fines militares y de seguridad, informa Efe.
Bruselas ha advertido a Londres de que, una vez abandone la UE, puede perder acceso a ese área restringida de Galileo, a pesar de que el Reino Unido ha invertido en torno a 1.400 millones de euros en el proyecto desde 2003.