Foto: (@PoliciaGuainia)
Debido a los desmanes presentados en Bogotá el pasado viernes 22 de noviembre, que serían la razón del toque de queda que se decretó en la ciudad, se determinó que muchos extranjeros estuvieron involucrados en la expansión del crimen, el vandalismo y la agresión en contra de la Policía durante los días en que el Paro Nacional era muy criticado por las secuelas que estaba dejando; el proceso determinó que 61 venezolanos infiltrados en las movilizaciones perdían el privilegio de estar en Colombia y debían ser expulsados a su país.
En continuación de este procedimiento, el pasado lunes 25 de noviembre los venezolanos deportados salieron de la capital del país con destino a Puerto Inírida, Guainía, donde serían transportados en un buque de la Armada Nacional hasta la frontera con San Fernando de Atabapo, como lo habían determinado en un protocolo de expulsión en compañía de funcionarios de Migración Colombia.
No obstante, según los habitantes de la capital de Guainía, esta acción no debía realizarse y decidieron tomarse el aeropuerto César Gaviria Trujillo para que el avión que tenía destino en su municipio no pudiera aterrizar, acción que ratificó la gobernadora del departamento, Luz Marina Molina, que solicitó que este protocolo continué pero por Vichada, un punto del país que tiene más cercanía con Venezuela.
Por otra parte, Migración notificó a través de un comunicado que: “rechazamos enérgicamente el trato dado por la comunidad de Puerto Carreño a los Oficiales de Migración Colombia y miembros de la Policía Nacional quienes estaban cumpliendo con su deber”, recordando también que este ministerio aseguró que los individuos que iban a deportar, representaban un peligro para la sociedad nacional, por ende, la sociedad tomó medidas preventivas para su bienestar.
A continuación podrá leer el comunicado completo emitido por Migración en su página web oficial:
