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El puesto en la Presidencia del Congreso de la República es complejo por el papel que debe suplir en frente una de las ramas del poder en el país. El senador del Cambio Radical, Arturo Char, fue elegido por la mayoría de los senadores que componen la Cámara Alta y desde un alto tribunal recibió su primera tarea en el cargo, y tiene que ver con una parlamentaria que ya no está en función y es prófuga de la justicia colombiana.
La senadora Soledad Tamayo había presentado una petición a la Corte Suprema con el fin de que se modificara la decisión del alto tribunal de aplicar la silla vacía a la curul que había obtenido la excongresista Aída Merlano.
Aunque Tamayo manifestaba que Merlano cometió las faltas por las que fue condenada en el momento en que se desempeñaba como Representante a la Cámara, razón por la que la sanción no se debía aplicar a la curul que ella ocupa en la actualidad, la Sala de Casación Penal de la Corte Suprema de Justicia negó la petición.
La Corte explicó que la sanción de la silla vacía debe aplicarse al partido político, ya que no se podría beneficiar de votos obtenidos de manera ilegal, con lo que Tamayo debe dejar la curul que dejó Merlano.
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La decisión que tomó la Corte, fue remitida al recién nombrado presidente del Congreso, Arturo Char, el pasado miércoles y le recordaron su decisión de ratificar la condena contra Merlano.
Esta es una de las primeras decisiones que deberá tomar Char como presidente del Congreso, existiendo la duda, a pesar de la comunicación de la Corte, sobre la decisión que tomará.
Vale la pena recordar que Char fue mencionado por Merlano como un supuesto partícipe en su fuga ocurrida el año anterior.
