Foto: Archivo
El presidente ruso, Vladímir Putin, depositó hoy una ofrenda de flores en la tumba del soldado desconocido, junto a la muralla del Kremlin, con motivo del Día del Defensor de la Patria, antiguo Día del Ejército Rojo.
En la ceremonia, en la que tradicionalmente participan altas autoridades civiles, religiosas y militares, esta vez el mandatario estuvo acompañado solo por el ministro de Defensa, Serguéi Shoigú, y veteranos de guerra.
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Pese a las bajas temperaturas que se registraban en la capital rusa -de entre 21 y 24 grados bajo cero-, Putin acudió sin gorro al acto oficial, que concluyó con un desfile de la guardia de honor del Kremlin, según las imágenes difundidas por la televisión estatal.
En un vídeo de felicitación a los militares, el mandatario destacó que esta fiesta simboliza “el valor y la lealtad a la patria” y expresó su gratitud a los veteranos de la Gran Guerra Patria, como en Rusia se denomina el periodo de la Segunda Guerra Mundial en el que la Unión Soviética combatió con Alemania.
“Por supuesto, vayan las más cálidas palabras de agradecimiento a los veteranos, a esa gran generación que nos enseñó a nosotros, sus descendientes, a vencer y no rendirnos”, dijo Putin.
El presidente ruso destacó que “el mundo de hoy exige estar en alerta permanente para responder a los retos más complejos, para actuar de manera adecuada, con decisión y eficacia”.
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“Nuestro Ejército y nuestra Armada saben hacerlo”, enfatizó.
Con motivo del Día de Defensor de la Patria, festivo nacional, se celebraron actos de carácter patriótico en todo el país.
En una tradición que se remonta a los tiempos soviéticos, este día en Rusia la mujeres felicitan a los hombres, independientemente de que hayan servido o no en las fuerzas armadas. EFE