La presencia de la empresa rusa Emiral Mining en la explotación de un yacimiento de oro en Mauritania ha provocado protestas de los mineros artesanales, que consideran desleal su competencia, lo que llevó al Gobierno del país a enviar fuerzas de seguridad para dispersarlas.
El asunto comenzó hace unos meses, cuando desembarcó esta empresa, con su maquinaria pesada, en la zona de Cheggatt, en el noreste de Mauritania.
Tan pronto como llegó, los buscadores de oro mauritanos advirtieron a Emiral Mining de que las autoridades habían abierto la zona para la empresa solamente desde 2021 y que no iban permitir que compitiera con ellos de manera desleal.
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La empresa “lo único que ha hecho es seguir nuestros pasos”, denunció en un comunicado la Federación de Mineros de Oro de Tiris Zemmour, que agrupa a miles de miembros.
La empresa criticada, por su parte, respondió en otra nota que está presente en Mauritania desde 2020 y que cuenta con seis permisos de exploración otorgados en debida forma por el Consejo de Ministros mauritano.
En ese comunicado, su director general, Dmitri Tokarev, promete desarrollar la infraestructura regional y crear un gran número de puestos de trabajo.
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Pero, según argumenta la Federación de Mineros de Oro, los datos proporcionados por Emiral Mining son “falsificados”.
La disputa entre las dos partes ha ido creciendo con el tiempo y, ante el bloqueo que provocado en la actividad de la empresa por las protestas de los mineros, el Gobierno mauritano decidió enviar fuerzas de la Gendarmería con la misión de hacer cumplir la ley.
El objetivo del Ejecutivo es proteger la actividad de la empresa rusa, que funciona, asegura, de acuerdo con la legislación mauritana.
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Sin embargo, los mineros artesanales de oro no vieron con buenos ojos este movimiento gubernamental e intentaron este jueves resistirse a los gendarmes, que intervinieron con violencia para expulsarlos de la zona donde opera la empresa rusa.
“Estamos asombrados de ver que nuestras fuerzas del orden de alinean con la postura de una empresa extranjera a expensas de sus compatriotas“, afirma Abdellahi Salem, un minero que participó en las protestas.
En conversación telefónica este sábado con Efe desde una de las zonas mineras del norte del país, el minero considera “injustificada e inaceptable” esta situación. EFE