Hatice Cengiz, la prometida del periodista saudí Jamal Khashoggi, recordó al mundo, y en especial a Estados Unidos, su inacción ante el asesinato del reportero, de quien dijo en Washington que llegó a este país esperanzado en convertirse en voz de los que no podían expresarse en Arabia Saudí.
Invitada por el Comité de Exteriores de la Cámara Baja, Cengiz pisó por primera vez la capital estadounidense, donde residía Khashoggi, para reclamar Justicia y pedir al Congreso y al Gobierno de EE.UU. que investiguen lo ocurrido e impongan sanciones a Riad.
“Estoy pidiendo Justicia y no puedo encontrar las palabras para expresar mis sentimientos al respecto”, agregó Cengiz, de nacionalidad turca.
Asistida por un intérprete, Cengiz recordó que Khashoggi se mudó a Estados Unidos porque había personas en las cárceles en Arabia Saudí que “no podían expresar sus opiniones”, y él se sintió “responsable” de ellos y podía ser su voz.
Sus planes se truncaron cuando en octubre pasado fue asesinado en el consulado de su país en Estambul, adonde acudió a recoger unos documentos para casarse con Cengiz. Sin embargo, no volvió a salir vivo del edificio.
La que fuera su novia lamentó este jueves que siete meses después “no se haya hecho nada”: “Y es por eso que estoy aquí hoy”, sentenció Cengiz.
Sugirió que el Congreso estadounidense emprenda una investigación internacional y presione a Arabia Saudí para que comparta información con el público y EE.UU. “Eso podría ser una gran cosa”, opinó.
También pidió la ayuda del presidente estadounidense, Donald Trump, quien, aseguró, la invitó a la Casa Blanca en los días siguientes a los hechos que rodearon el asesinato de su prometido.
Ante los congresistas, Cengiz se quejó de que los procedimientos legales seguidos por Arabia Saudí no hayan sido “transparentes”, “todavía no sabemos por qué lo mataron. No sabemos dónde está su cadáver”, lamentó.Efe





