Un actor y productor de cine fue declarado culpable por un jurado en una corte federal de Fort Lauderdale en el sur de Florida, de estafar a colegas de cine y teatro por más de 60 millones de dólares
Jason Van Eman, de 44 años, fue hallado culpable de “conspiración, fraude electrónico y lavado de dinero” en un proceso judicial en su contra por su papel en una serie de estafas hechas en complicidad con Benjamin McConley y Benjamin Rafael para defraudar a productores en busca de financiación.
De acuerdo con la oficina de la Fiscalía Federal del Distrito Sur de Florida, Eman solía presentarse ante sus víctimas como un importante productor de cine y les ofrecía financiar sus proyectos, por lo general, películas independientes, espectáculos de Broadway y festivales de música, entre otras producciones.
El hombre explicaba que su socio, McConley, “igualaría cualquier dinero en efectivo con que las víctimas contribuyeran a sus proyectos” y con ese capital combinado, que haría las producciones más atractivas, el socio solicitaría y aseguraría el dinero de instituciones financieras.
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“Con base en estas mentiras, las víctimas enviaron más de 60 millones de dólares a cuentas controladas por los estafadores”, señaló la Fiscalía, que explicó que McConley nunca emparejó el capital aportado por las víctimas ni tampoco buscó la financiación prometida.
Van Eman y sus cómplices más bien transferían el dinero a sus cuentas bancarias personales y corporativas, “por lo general a los pocos días del depósito”, según la Fiscalía.
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“Para hacer la estafa más creíble, Van Eman y McConley contrataron a Benjamin Rafael, un empleado del banco, cuya función era asegurar a las víctimas que sus contribuciones en efectivo habían sido igualadas y que su dinero estaba seguro, nada de lo cual era cierto”, detalló la Fiscalía en un comunicado.
Los tres estafadores gastaron el dinero robado en bienes raíces, botes, carros de lujo, joyas, muebles de hogar, ropa de diseño, hoteles y billetes de avión. EFE