Portugal va a realizar este mes test serológicos a una muestra de 5.000 ancianos y trabajadores de residencias para medir la duración de los efectos de la vacuna en esta población, anunció hoy el Gobierno.
El estudio busca comparar la inmunidad de los ancianos que recibieron la vacuna con la de los trabajadores de estos centros, vacunados al mismo tiempo, para tener más información sobre cuánto duran los efectos de la inyección entre la población de más edad, la más vulnerable al virus.
Está previsto que los resultados del estudio, realizado por Algarve Biomedical Center (ABC) y la Fundación Champalimaud en las regiones del Algarve y el Alentejo, sean presentados públicamente en septiembre.
En Portugal, el 99 % de los ancianos en residencias y el 97 % de los trabajadores ya están vacunados. La mayoría de los que no han recibido la inyección son personas que pasaron el virus en los últimos meses.
Según los últimos datos divulgados por las autoridades sanitarias, Portugal tiene 53 brotes activos en residencias, con más de 800 casos.
El más preocupante es el de una residencia en Proença-a-nova, con 127 casos, 105 de ellos en ancianos y donde se ha producido una muerte, una persona que ya estaba “muy débil”, según desveló esta semana el presidente de la Unión de las Misericordias Portuguesas, Manuel Lemos.
Lemos señaló que la mayoría de los infectados son de los primeros que fueron vacunados en el centro, hace más tiempo, y había pedido un estudio serológico en residencias como el que acaba de anunciar el Ejecutivo. Efe