A partir de 1 de diciembre, Portugal retomará el “estado de calamidad” con un paquete de restricciones para frenar la expansión de la nueva variante sudafricana, las medidas incluyen teletrabajo y tests negativos para entrar en el país.
Además, será obligatorio el certificado digital para acceder a restaurantes o alojamientos turísticos y un test negativo para entrar en discotecas y bares.
Entre el 2 y el 9 de enero, justo antes del inicio de la campaña para las elecciones generales convocadas para el día 30 de enero, el Gobierno recomienda reducir los contactos sociales, recupera el teletrabajo obligatorio y retrasa una semana el inicio de las clases en los colegios.
Solo están exentos de presentar certificados y test negativos los menores de 12 años.
Paralelamente, el país, con más del 86% de su población vacunada, acelera la tercera dosis entre los colectivos de riesgo y estudia avanzar con las vacunas para los niños.
El Gobierno recomienda a los más de diez millones de habitantes lusos hacerse test de manera regular y teletrabajar cuando sea posible.
También será obligatorio el uso de mascarilla en los espacios cerrados.
No se limita el aforo en grandes eventos cerrados sin lugares marcados ni en citas deportivas, pero además del certificado se exigirá un test negativo con una vigencia máxima de 72 horas.
En cines y teatros, bastará con el certificado de vacunación y la mascarilla siempre que los asientos estén asignados. En caso contrario, se exigirá test.
El ocio nocturno es el más castigado con las restricciones porque, entre el 2 y el 9 de enero, tendrá que cerrar sus puertas.
Además, bares y discotecas permanecerán cerrados
.EFE