La exsenadora Piedad Córdoba desmintió “por enésima ocasión” las acusaciones hechas por un exasesor suyo de que habría demorado deliberadamente y para rédito político la liberación de rehenes de las extintas FARC, entre ellos a Íngrid Betancourt.
Córdoba aseguró en un comunicado que se trata de una “caza de brujas” y un “linchamiento político” contra ella como ya se ha hecho en otras ocasiones que se ha querido presentar a un cargo electo.
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Además, apunta que se quiere desarrollar una “guerra jurídica contra la dirigencia de un futuro gobierno alternativo” y desmiente también que fuese miembro de las FARC.
“Nunca hice parte de la organización armada y no tenía posibilidad de incidencia alguna en sus decisiones político-militares. Mi contacto con las FARC-EP, avalado por dos estados, se da en el marco de la búsqueda de un intercambio de prisioneros acorde al DIH y de gestos humanitarios unilaterales“, subrayó Córdoba.
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Andrés Vásquez, ex asesor de Córdoba, aseguró que la excongresista quería darle el mérito de la liberación de secuestrados al entonces presidente venezolano, Hugo Chávez, para que a su vez, , este le “catapultara” a ella a la Presidencia colombiana..
Córdoba indicó hoy que lo declarado por Vásquez son “falacias pregonadas” y que su exasesor no tiene pruebas que puedan sustentarlo. Además, Vásquez ya había sido acusado en 2011 por injuria y calumnia, “lo que es demostrativo de su compulsión a mentir contra sus contradictores políticos y personales”. EFE