Cuando intentaban tomarse una selfie promocionando una marca de cerveza, los presentadores no pensaron que el equilibrio les jugaría una mala pasada.
El hombre inclinó su silla hacia atrás y de repente se cayó sufriendo un gran golpe, mientras la mujer que intentó seguir con naturalidad empezó a leer frente a la cámara sin poder ocultar su cara de asombro. ¡Que pena!