Esta niña dejó en evidencia que se puede tener cualquier tipo de mascota, pues tal y como de costumbre esta pequeña llegó a los establos, y con todo el amor y ternura saludó a sus caballos.
Ellos en respuesta y con la grandeza que los caracteriza le dieron un corto beso, mientras ella sin miedo alguno y muy divertida corrió y sonrió celebrando el conmovedor momento.