Pekín ha comenzado a imponer cuarentenas de 48 horas a los paquetes procedentes del extranjero por temor a que puedan propagar el coronavirus.
El Centro de Procesamiento de Correo Aéreo de la capital china procesa cada día 120.000 paquetes venidos del exterior, los cuales, tras dos rondas de desinfección, pasan a una estancia ventilada en la que permanecen durante 24 horas.
La capital china amplía así sus requisitos de cuarentena a la logística para protegerse de cara a los Juegos Olímpicos de Invierno que acogerá a partir del 4 de febrero.
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Desde marzo de 2020, China se halla cerrada al turismo y sólo viajeros nacionales y algunos extranjeros con permiso de residencia en vigor pueden acceder.
A su llegada, a todos los espera una cuarentena de al menos 14 días, dependiendo de la ciudad en la que aterricen, en un hotel costeado por ellos mismos y designado por las autoridades.
Desde el comienzo de la pandemia, China ha culpado de algunos rebrotes en el país a paquetes procedentes del extranjero, especialmente los congelados, a lo que ha respondido suspendiendo temporalmente las importaciones de los productos en los que detectó restos de coronavirus.
Según la Organización Mundial de la Salud, no hay pruebas de que el coronavirus se pueda transmitir por la comida y la probabilidad de infectarse por medio de un paquete, congelado o no, es “muy baja”.
Según las cuentas de la Comisión Nacional de Sanidad de China, desde el inicio de la pandemia se han infectado 98.505 personas en el país, entre las que 92.818 han logrado sanar y 4.636 fallecieron. EFE