El nuevo presidente del Gobierno español, el socialista Pedro Sánchez, prometió hoy su cargo ante el rey de España, Felipe VI, en una ceremonia sin símbolos religiosos, en la que estuvo presente su antecesor al frente del Ejecutivo, el conservador Mariano Rajoy.
Sánchez prometió su cargo, en lugar de jurarlo y sin presencia de la Biblia y del crucifijo, rompiendo con la fórmula tradicional por la que habían optado todos los jefes de Gobierno de la democracia en España.
El nuevo presidente del Ejecutivo se acogió a esta opción que fue acordada por la Casa del Rey en julio de 2014, poco después de la proclamación de Felipe VI, para dar la opción a los altos cargos de jurar o prometer ante la Biblia y la cruz o sin ellas delante.
Sánchez se define como ateo y firme defensor de que España sea un estado laico, de retirar la obligatoriedad del estudio de la religión de los colegios públicos y de revisar el Concordato con el Vaticano.
“Prometo, por mi conciencia y honor, cumplir fielmente con las obligaciones del cargo de presidente del Gobierno, con lealtad al rey, y guardar y hacer guardar la Constitución como norma fundamental del Estado, así como mantener el secreto de las deliberaciones del Consejo de Ministros”, leyó.
En la ceremonia, celebrada en el Palacio de la Zarzuela, sede de la jefatura del Estado español, estuvo presente el jefe del Ejecutivo saliente, Mariano Rajoy, y las principales autoridades estatales, reporta Efe.
Tras el acto, Sánchez se dirigió al Palacio de la Moncloa, residencia oficial de los presidentes del Gobierno de España, donde se instalará junto a su familia.