El pasado miércoles 25 de marzo, un juez 35 de conocimiento de Bogotá dejó en firme que Paul Naranjo, principal sospechoso de la muerte de Ana María Castro, debe permanecer recluido en la cárcel de máxima seguridad de Cómbita, Boyacá.
El juez de garantías, en audiencia que se hizo a puerta cerrada, decidió que Naranjo debe permanecer en aseguramiento intramural, por la presunta comisión del delito de feminicidio agravado.
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Naranjo es la persona que manejaba la camioneta en la que iba Castro, junto con Julián Ortegón y Mateo Reyes.
Para la Fiscalía General de la Nación, se trata de un crimen y no de un accidente, pues Naranjo y Ortegón sostienen que Ana María se bajó del vehículo en compañía de Mateo Reyes. Por su parte, el ente investigador señala que la mujer fue lanzada desde la camioneta cuando estaba en movimiento.
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Además, la necropsia que reveló la Fiscalía dice que un hombre llamó al 123 y aseguró que vio como tiraban a la mujer desde un carro de color negro.
Por este caso, Julián Ortegón Mosquera está imputado como coautor de feminicidio, por su participación en el asesinato de Ana María.