“No se puede acceder a esta web” es el mensaje que cada día ve la joven periodista Mai Shams Eldin cuando intenta entrar al sitio de noticias Mada Masr, censurada el pasado mayo por Egipto. Un veto que continúa creciendo cada vez más y que ha superado esta semana las 400 webs bloqueadas.
Mai, de 29 años, acude a su oficina de Mada Masr, fundado en 2013 tras el derrocamiento militar al presidente islamista Mohamed Morsi, y ubicada en un piso en el barrio cairota de Al Doqi teniendo en cuenta que muchas personas no lograrán acceder a lo que escribirá en la web donde trabaja.
Sin embargo, ahora recurre, como hacen sus otros compañeros, a las redes sociales para publicar los reportajes que redactan.
Las autoridades “no quieren dejarnos el último espacio libre y democrático que nos queda en Egipto”, explica Mai a Efe sentada en una mesa que comparte con otros compañeros de Mada Masr, que usan navegadores como VPN, Proxy y Tor para acceder a la página.
La profesional considera que después de que el Gobierno egipcio haya prohibido las manifestaciones en la calle, cerrado varias ONG, incluso las cafeterías del centro de El Cairo para que los jóvenes no se reúnan, “ahora (el Gobierno) solo trabaja para silenciar internet, que no lo puede controlar”.
No obstante, algunos de estos navegadores han sido vetados igualmente: “Ya me he convertido en una experta. Cada vez que bloquean un sitio que usamos para acceder a Mada Masr, busco otro”, comenta Mai sonriendo mientras se arregla el velo que cubre su cabello, reporta Efe.
La ONG egipcia Asociación por la Libertad de Pensamiento y Expresión (AFTE, por sus siglas en inglés) calcula que al menos 432 páginas web han sido bloqueadas desde el pasado 24 de mayo y hasta el pasado miércoles en Egipto, entre ellas páginas de noticias, de ONG, así como esas que permiten acceder a las páginas vetadas como Proxy y VPN.