Un oso aprovechó que no había nadie en una casa y se robó la comida de un gato.
Mientras sus amigos esperaban afuera, este oso entró hasta la sala de una casa y tras no encontrar alimentos decidió comerse la comida de un felino.
Pese a que se dio cuenta de que el dueño del lugar lo descubrió, a este animal no le importó y siguió comiendo, incluso incluyó en su rápido menú un buen trago de agua de la piscina de la casa.
Este es el video: