El ‘Climaticidio’, el último ‘reality show’ del presidente Trump

27144Cambio-Climatico-EFE

Los movimientos del presidente de EE.UU., Donald Trump, hacia el Acuerdo de París durante los 6 meses y 24 días transcurridos desde que ganó las elecciones poseen todos los ingredientes de un “sórdido reality show”: acusaciones, especulaciones y grupos enfrentados presionando por imponerse.

El presidente estadounidense protagonizó su primer “reality” en la televisión americana entre 2004 y 2015, titulado “El Aprendiz”, en el que su frase favorita era “¡Estás despedido!”, y ahora acaba de concluir el último, señalan desde Greenpeace, uno de cuyos líderes lo ha llamado “El Climaticidio”.

Trump fue calentando el ambiente durante su campaña presidencial con una comunidad internacional todavía de resaca tras haber logrado un acuerdo global de lucha contra el cambio climático tras 20 años de negociaciones.

Durante la misma dijo que el cambio climático era “un cuento chino” inventado por los gobernantes de este país para que Estados Unidos perdiera competitividad, y que en cuanto fuera elegido sacaría a Estados Unidos del mismo para proteger a los trabajadores del carbón.

Solo siete días después de ganar las elecciones, el 15 de noviembre, Trump se propuso reventar la cumbre del clima de Marrakech (COP22) anunciando que cancelaba el acuerdo que tanto contribuyeron a impulsar sus antecesores.

Sin embargo, fuentes de la delegación estadounidense en esa cumbre confirmaron a EFE que triunfó un ingente esfuerzo diplomático para que no se pronunciase mientras el todavía secretario de Estado de la Administración Obama, John Kerry, intervenía en el Plenario para defender el pacto, recién entrado en vigor.

Los mensajes del presidente electo en la red social Twitter provocaron desmentidos delirantes como que el delegado de cambio climático de China tuviera que negar que esta amenaza global fuera “un cuento chino”.

Poco después daba marcha atrás y en su primera entrevista, concedida a The New York Times, decía que estaba “abierto” a entender el Acuerdo de París y la existencia del cambio climático, como si el consenso del 97% de la comunidad internacional no fuera suficiente.

No debió llegar a comprenderlo, ya que lo primero que hizo nada más llegar a la Casa Blanca, el pasado 20 de enero, fue eliminar toda referencia al cambio climático de la página web, salvo una en que advertía que cancelaría todos “los dañinos e innecesarios planes de clima” y apostaría “por una revolución del petróleo”.

Estas idas y venidas “irresponsables e insensatas hacia un tema tan importante” pueden atribuirse a “un perfil psicológico caprichoso e infantil”, señala la directora del Instituto para el Desarrollo Sostenible y las Relaciones Internacionales, Teresa Ribera. Efe

Y también un gabinete de asesores dividido, que le ha estado azuzado en una u otra dirección.

En el grupo de los que no querían que Trump sacara a Estados Unidos del Acuerdo de París está su asesor económico, Gary Cohn; su secretario de Estado y ex delegado de la petrolera Exxon, Rex Tillerson, su secretario de Energía, Rick Perry, su propia hija Ivanka Trump y su marido Jared Kushner.

Entre los que le han convenciendo de que sí lo haga, sus dos consejeros de la Casa Blanca, Don McGahm y el publicista Steve Bannon; y dos históricos negacionistas, su director para la agencia de protección ambiental (EPA, por sus siglas en inglés), Scott Pruitt y su fiscal general, Jeff Sessions.

Los expertos señalan a estos últimos como los responsables directos del clima de especulación y rumores sobre la salida o no del acuerdo con el único fin de crear un contexto en el que la comunidad internacional diera por sentado que iba a ser así.

Ellos ganan lo que el portavoz de cambio climático de WWF, Manuel Pulgar, define como la telerrealidad más sórdida de la Historia. Pierde el planeta.