El jefe de la Misión de la ONU en Colombia, Jean Arnault, aseguró que es “una tragedia de gran dimensión” la muerte de al menos seis campesinos cocaleros en un confuso ataque que se produjo en las últimas horas.
En una declaración, Arnault mostró su esperanza de que la muerte de los cocaleros “contribuya a que el país se una en torno” a la búsqueda de una solución para que los campesinos del país no sean “víctimas de la encrucijada” en la que considera que viven, entre “la pobreza y la ilegalidad”.
El ataque, que el Gobierno atribuye a un grupo de disidentes de las Farc, ocurrió este jueves en una zona rural de Tumaco, en el departamento de Nariño, el municipio con mayor cantidad de hectáreas de coca sembradas en el país.
El presidente Juan Manuel Santos confirmó que hasta el momento se ha confirmado la muerte de seis personas, si bien el movimiento de izquierdas Marcha Patriótica cifró en ocho los fallecidos.
El gobernante también ordenó que se inicie una investigación para conocer los detalles en que se produjo el ataque.
“La observación que uno no puede dejar de hacer es que hay un obstáculo mayor a la estabilización de las zonas en conflicto y un obstáculo grave a la consolidación del acuerdo de paz”, subrayó el funcionario, reporta Efe.
Ese obstáculo es el de las “economías ilegales”, por lo que consideró que lo sucedido ayer en Tumaco muestra “la necesidad de propiciar por todos los medios posibles que campesinos de las regiones afectadas por el consumo de coca puedan escapar de la disyuntiva mortal, en el caso de ayer, entre la pobreza y la ilegalidad”.