Un equipo internacional de paleoantropólogos identificó en la cueva francesa de Pradelles dientes de neandertales digeridos por carnívoros, lo que abre la puerta al hallazgo de nuevos restos de estos homínidos y a mejorar la comprensión de algunos de sus comportamientos.
El estudio, publicado en la revista especializada Paleos, permitirá en otros yacimientos identificar más dientes pertenecientes a neandertales, atribuidos hasta ahora a cérvidos y otros mamíferos a causa de las modificaciones que los ácidos gástricos habían provocado en ellos.
Los investigadores albergaban dudas sobre el origen de algunos dientes hallados en esta caverna del oeste de Francia, no lejos de Angulema, datados hace 60.000 años y que habían sido atribuidos a cérvidos devorados por carnívoros.
Este hallazgo abre la puerta a que se establezca la presencia de neandertales en otros yacimientos.
Maureille afirmó que ya ha podido identificar que un diente digerido por un carnívoro hallado en un yacimiento del sur de África, que había sido atribuido a un cérvido, en realidad corresponde a un neandertal.
Además de identificar nuevos restos de este homínido, el hallazgo puede “arrojar luz sobre la interacción entre los neandertales y los carnívoros”, una relación hasta ahora “poco estudiada”.
Por ejemplo, señala el estudioso, el hallazgo puede contribuir a dilucidar algunas prácticas funerarias de esos homínidos.
El estudio no determina si los neandertales fueron presa de los carnívoros o si fueron engullidos en prácticas carroñeras, pero señala que, en aquel periodo, abundaban en la región un antepasado de las actuales hienas, informa Efe.
Este avance también puede contribuir a mejorar el conocimiento de las prácticas caníbales ya identificadas en el pasado entre los neandertales.