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La Fiscalía General de Nueva York presentó este jueves una demanda que busca el cierre de la Asociación Nacional del Rifle (NRA), el histórico lobby de las armas en Estados Unidos, por la gestión fraudulenta de sus directivos, a quienes acusa de desviar millones de dólares para uso personal.
La acción es resultado de una investigación abierta en 2019 y puede poner contra las cuerdas a una organización con más de 5 millones de miembros y un gran poder, pero que atraviesa actualmente importantes problemas financieros y luchas internas.
“La influencia de la NRA ha sido tan poderosa que ha impedido que nuestra nación tome medidas contra la violencia armada. Pero ha estado abusando de su poder y, bajo la apariencia, la NRA está podrida con el fraude y el abuso”, denunció la fiscal general neoyorquina, la demócrata Letitia James.
En su demanda, James describe una cultura de mala administración y supervisión negligente ilegal, opresiva y fraudulenta dentro de la organización, especialmente por parte de cuatro de sus principales responsables a quienes acusa de llenarse los bolsillos durante años.
Entre ellos figura el jefe de la NRA, Wayne LaPierre, que lleva desde 1991 al frente de la entidad y que ha sido uno de las grandes voces en defensa de las armas de fuego en Estados Unidos durante las últimas décadas.
Más recientemente, el liderazgo de LaPierre en la NRA había comenzado a ser muy cuestionado, precisamente por sus presuntos desmanes financieros y su gusto por el lujo.
La respuesta de la Asociación Nacional del Rifle no tardó en llegar, denunciando que la demanda es “un ataque sin base” y “premeditado” contra la organización y las “libertades de la Segunda Enmienda” de la Constitución estadounidense, que protege el derecho a portar armas.
“Es un claro intento de anotarse puntos políticos y de atacar a la principal voz que se opone a la agenda izquierdista. Esta es una toma de poder por parte de una oportunista política, un movimiento desesperado que es parte de una repugnante venganza política”, dijo la NRA en un comunicado.
La organización, que anteriormente ya había cargado contra James por declaraciones en su contra que hizo en el pasado, aseguró que no se dejará “intimidar” y que se defenderá. Efe





