Foto: Twitter @PoliciaColombia
En manos del Presidente Iván Duque estará la presentación de la nueva estrategia de Seguridad Democrática que empezaría a regir a partir de 2020 y contempla el desmonte gradual de la Policía de Tránsito, una política que fue implementada algunas décadas antes en ciudades como Bogotá debido a que dichas autoridades habían sido perturbadas por la mermelada de la corrupción.
La presentación de esta política se hará el próximo viernes en Medellín a las 17:00, esta se fundamenta en la urgencia que tiene el Gobierno por la erradicación de dos problemáticas que atormentan a gran parte del territorio nacional, el hurto a mano armada y el consumo de tráfico de estupefacientes que han aumentado en los últimos años y que el descaro de los delincuentes para realizar estas actividades delictivas es lo que apremia a que se considere esta nueva estrategia.
“Las funciones de tránsito desarrolladas por la Policía Nacional en los distritos y ciudades capitales, serán desmontadas gradualmente para reubicar el servicio de estos uniformados en la modalidad de vigilancia”, se lee en el documento.
Esta frase corresponde a la intención que planean tener los promotores de esta nueva política, puesto que consideran que los uniformados que se encargan del cuidado, supervisión y sanción de los infractores en las vías del país, puedan ser reacomodados en una función de siga las tareas de seguridad y vigilancia general, debido a que la falta de pie de fuerza cada vez es más urgente.
Esto significaría que en reemplazo de estos uniformados, volvería la medida de los civiles de tránsito, aquellas personas que se destaquen del común por sus valores morales para desempeñar estas labores de control, sin embargo, muchos tienen malos recuerdos de esta estrategia, puesto que los casos de corrupción entre los infractores y los actores “policiacos” se veía mucho más frecuente, significando una falta en su labor como ciudadano impoluto.
Por otra parte, el secretario de Movilidad de Bogotá, Juan Pablo Bocarejo, aseguró que la decisión afectaría notablemente a la ciudad, debido a que los agentes que se encuentran cumpliendo esta labor tienen una especial experticia por lo que no deberían ser retirados de su labor; no obstante, en el caso de que sea aplicada, el funcionario asegura que esta labor podría demorarse hasta dos años en cumplirse a cabalidad.
