Foto: Archivo
La hipótesis del Gobierno Nacional sobre el hecho de que los actos vandálicos que se presentaron en las noches de la semana pasada en Bogotá en contra de establecimientos de la Policía Nacional estarían supuestamente motivados por milicias del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y las disidencias de las extintas FARC, tienen en un nuevo duelo a la alcaldesa Claudia López y al Gobierno.
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Mientras la alcaldesa señala que esto se debió a una reacción repentina de la ciudadanía bogotana en contra de la muerte del abogado Javier Ordóñez en manos de miembros de la Fuerza Pública, el alto comisionado de Paz, Miguel Ceballos, reitera que tiene pruebas suficientes que determinarían el papel del ELN para motivar dichas manifestaciones en la capital del país.
Frente a este caso, deben considerarse diferentes argumentos, tanto del Distrito como del mismo Gobierno, pues la alcaldesa niega que haya una incidencia de guerrillas en estas protestas, y desde las redes sociales se develaron algunas pruebas que desempolvarían unos trinos de la mandataria, donde señalaba que el ELN sí tenía relación con protestas perpetradas a inicios de 2020.
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Para conocer todos los detalles, a continuación un informe detallado con voces desde todos los ángulos de la historia:
