El Ministerio de Educación Nacional decretó en 1994 que en los colegios públicos no se podrá imponer que los estudiantes cursen la asignatura de religión y quienes no quieran verla por sus creencias o diversas razones, podrán ver otra materia o electiva.
Ante esta política pública, María Victoria Angulo, ministra de Educación manifestó que “los padres y estudiantes están en todo su derecho a escoger otra área diferente a la de Religión, eso se debe cumplir y respetar como dice la norma. Pero reflexionemos sobre esta asignatura, no solo son disciplinas teológicas sino también están relacionadas materias como Filosofía, Historia, Sociología, Antropología y Psicología entre otras”, señalo la funcionaria a la W Radio .
Asimismo, Angulo agregó que desde el 2019, el Ministerio de Educación ha desarrollado continuas conversaciones con gremios religiosos, además de la participación de ateos y agnósticos, para llegar a unos “estándares que puedan orientar mejor los estudios religiosos”, según la funcionaria.
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La ministra añade que se debe evaluar las diversas creencias que hay en el país, para no imponer a ningún estudiante una religión o ideología en específico.
“Obviamente no es obligación para los niños y los padres que tengan que ver esta área; va acorde a sus creencias. (…) Están en todo su derecho que no profesan ningún credo religioso, a poder optativamente elegir otra área, me estoy refiriendo a áreas deportivas, artísticas y culturales”, ratificó.
Sin embargo, si bien en la Constitución Política, se consagra en los artículos 18, 19 y 27, que la libertad de conciencia de cultos, “donde toda persona tiene derecho a profesar libremente su religión y a difundirla garantizando el estado la libertad de enseñanza”, el tema sobre los centros educativos, ha generado varias opiniones y debates entre diversos sectores, donde algunos de ellos señalan que la materia es “adoctrinamiento”.