Foto: Cortesía
La semana pasada se presentó la muerte de un bebé de tres años de edad en el barrio Patio Bonito, Bogotá, lo que generó diferentes críticas en contra de los acudientes de este menor de edad, pues según lo dieron a conocer las autoridades locales, el bebé tenía diferentes señales de maltrato en su cuerpo.
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Frente a dicha información, los vecinos de esta familia denunciaron que el bebé habría sido torturado por su padrastro, y que según los mismos capitalinos, la madre conocía de este supuesto maltrato y no había emprendido las acciones en contra de su pareja por una evidente violencia intrafamiliar.
Ahora bien, después de que la Fiscalía General de la Nación emprendiera una investigación en contra de estos dos sujetos de nacionalidad extranjera, porque el ente acusador buscaba determinar si los acudientes del menor de edad incurrieron en los delitos de violencia intrafamiliar y homicidio agravado.
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En las últimas horas, ante la imputación de los anteriormente mencionados cargos, los dos padres del niño de tres años los aceptaron, señalando que sus actos de violencia y omisión, terminaron con la vida del menor, si no antes, haberlo puesto en un escenario de maltrato físico y de tortura.
Trágico desenlace.
Según los testimonios de los vecinos, en diferentes ocasiones se escucharon los actos de violencia en contra del menor de edad, quien también compartía en su habitación con su hermana de 11 meses de edad, y que era reprendido por su padrasto porque este niño no había aprendido a utilizar el baño.
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Del mismo modo, se pudo determinar que en el argumento de la madre del menor fallecido, se estaba intentando encubrir al maltratador real, señalando que la culpable de las lesiones, mordeduras y quemaduras en el cuerpo del niño, no era su pareja sino una cuidadora que estaba al cargo de los pequeños.
Frente a la menor de edad que había quedado bajo la custodia de esta pareja, se ordenó que sus derechos serían respetados bajo la jurisdicción del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar.
