Foto: Redes sociales
En la jornada de protestas que se presentó el pasado miércoles en Popayán, miembros de la comunidad indígena misak colgaron varias cuerdas alrededor de la estatua del Sebastián de Belalcázar para tumbarla, debido a que consideran esta imagen honorífica como un símbolo de la esclavitud en contra de los pueblos indígenas. El incidente fue reprochado por las autoridades locales.
Le puede interesar: En Popayán indígenas tumban estatua de Sebastián de Belalcázar
Al momento en el que el alcalde de Popayán, Juan Carlos López, llegó hasta la zona de El Morro, una de las zonas más altas de la ciudad, reprochó el acto de violencia en contra de un monumento legendario e histórico en la realidad del departamento, señalando que acepta las discusiones que puedan existir alrededor de la estatua pero no a través de actos violentos.
Asimismo, reconoció que se restaurará la estatua caída.
“Nuestra administración rechaza cualquier acto de violencia. La protesta social es legal y legítima, pero repudiamos la violencia. Se agredió un símbolo de la ciudad, que es multicultural y diversa. Vamos a restaurar esta estatua porque forma parte de nuestra historia”, manifestó el mandatario local.
Recomendado: Asesinaron a ‘Beto’ Rentería, exnarco del norte del Valle del Cauca
Por otra parte, representantes de los pueblos indígenas, como Martha Peralta Epieyú, presidenta nacional del movimiento político MAIS, reconoció este hecho como un manera en la que “se reivindica la memoria de ancestros asesinados y esclavizados por las élites”.