Foto: Archivo
El archipiélago de San Andrés vivió su peor tragedia en la historia tras el paso del huracán Iota, ciclón que alcanzó grado 5 y destruyó el 98% de Providencia y Santa Catalina, además de afectar en gran medida la isla de San Andrés, uno de los mayores desastres de los últimos 50 años de nuestro país.
La pequeña isla de Providencia, que no tiene más de 5.000 habitantes, quedó prácticamente en ruinas, las pequeñas casas que pudieron quedar en pie, están sin techos y sin algunas de sus paredes. Las calles llenas de arboles y postes caídos, sin contar los miles de escombros que sepultaron por completo las pequeñas calles por donde no se puede ni transitar.
Pero no solo fueron daños materiales, hasta el momento la tragedia ha cobrado la vida de dos personas, ha dejado una decena de heridos y miles de familias damnificadas.
“Esas horas fueron las más desagradables de mi vida, fueron como 8 horas de tormenta, nos tocó encerrarnos en el baño porque se no estalló todo el techo (….) Dure 40 años construyendo mi casa, toda mi vida de trabajo se me fue en un abrir y cerrar de ojos”, narró Aida, una damnificada más que dejó el huracán.
Ante esta situación, decenas de isleños piden ayuda para que les lleguen kits de aseo, alimentos, agua potable y carpas para poder protegerse de los fuertes vientos que los azota, debido a la ola invernal que se vive, en horas de la noche.
El Gobierno Nacional ya se encuentra trabajando en un plan para la reconstrucción de la pequeña isla que está ubicada a unos 90 kilómetros de San Andrés. Se estima que la reconstrucción del archipiélago puede durar alrededor de 100 días, mientras tanto los provincianos piden la unión del país para poder salir de esta tragedia, y nos demuestran ese valor y esa fuerza que caracteriza a los colombianos para salir de los momentos difíciles.