Al ritmo de música caribeña comenzó en un altar en la terminal portuaria de Contecar, en la ciudad de Cartagena, la última misa del papa Francisco en su visita a Colombia, al que subió con un báculo hecho con madera de arbustos de cafeto.
Al oficio en Contecar, a donde el sumo pontífice llegó en helicóptero tras bendecir a la Virgen de la Bahía, los feligreses incluso bailaron al comienzo de la eucaristía cuando un grupo musical y la Coral Arquidiocesana interpretaron “Iglesia peregrina”.
La banda y el coro reflejaron el espíritu festivo propio de la costa atlántica colombiana cantando en ritmo alegre frases como “Te alabamos todos” y “Porque solo tu eres santo altísimo Jesucristo”.
El papa Francisco, aún con las marcas del golpe que sufrió esta mañana en el rostro al tropezar con el cristal del papamóvil cuando iba a saludar a un niño en el barrio de San Francisco, estuvo atento a los cánticos en todo momento.
Al altar, el obispo de Roma ingresó con uno de los tres báculos que le fueron regalados por los cafeteros de Colombia, informa Efe.
Según la Federación Nacional de Cafeteros, los elementos, elaborados con madera de cafeto, simbolizan la importancia que tiene este cultivo para más de 550.000 familias del país.
