Este sábado 31 diciembre falleció Joseph Ratzinger, mejor conocido como Benedicto XVI, el papa 256 de la Iglesia Católica y séptimo soberano de ciudad del Vaticano.
Benedicto XVI accedió al papado en el año 2005, tras la muerte de Karol Józef Wojtyła, Juan Pablo II, y en el mes de febrero del 2013 tras varias polémicas y controversias, tomó la decisión de renunciar como santo pontífice.
La decisión de Joseph Ratzinger de dejar el papado es todo un hito en la historia de la Iglesia Católica, ya que se considera el único papa que deja el cargo de manera voluntaria, sorprendiendo a todo el mundo.
Tras su renuncia, se celebró el cónclave del que, después de varios días de votaciones, resultó elegido el cardenal Jorge Mario Bergoglio, arzobispo de Buenos Aires, como romano pontífice, tomando el nombre de Francisco.
Su labor como sumo pontífice fue fecunda en medio de las dificultades y amarguras que le creaba una guerra que ha sido el exponente mayor de la injusticia y la división de las naciones.
A lo lo largo de los últimos años Ratzinger tuvo diversos problemas de salud, destacando los que sufrió durante su periodo como santo pontífice.